Cuando quieres derrumbar un árbol, el primer hachazo parece no lograr grandes cosas, pero a medida que golpeas una y otra vez, el filo del hacha se adentra y logra derribar un grande y duro árbol. Así sucede cuando eres un pionero, alguien que Dios manda para golpear por primero, para romper esquemas y moldes; al principio parece que no logras nada, pero el secreto está en la FE Y PERSEVERANCIA. Fe para creer en que el filo de la hacha está afilado y es un instrumento que sirve para cortar y perseverancia para no cansarse de golpear con fuerza.
Siervos de Dios hoy dedico este pensamiento a todos vosotros qué día a día os enfrentais a grandes retos, tales como este: que mientras cortas la leña, muchos te dicen como hacerlo, otros te menosprecian porque no creen que lo lograrás, otros serán solo observadores incapaces de arrimar el hombro, otros dirán que ellos lo harían mejor, otros llamarán a otros para que vengan a desanimarte y hacerte desistir con mentiras; pero recuerda esto: DIOS TE LLAMÓ A TI. Y Tú y solo tú eres la punta de la lanza. No te desenfoques!
Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra: Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la recompensa de los impíos. Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues que a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Porque tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; Y Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: lo Pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé: Con él estaré yo en la angustia: Lo libraré, y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le daré mi salud. Salmos 91:7-16
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